Durante casi una década, el papa León XIV, conocido antes como Robert Prevost, sirvió a la comunidad chiclayana, primero como administrador apostólico desde 2014 y, posteriormente, como obispo de la diócesis desde 2015. Hoy, tras su elección como Sumo Pontífice, sus recuerdos en la ciudad norteña han cobrado un nuevo significado para muchos fieles.
HISTORIA DEL RESTAURANTE A DONDE EL PAPA ACUDÍA
Uno de los espacios más entrañables para el ahora Papa se encontraba justo frente a la Catedral de Chiclayo: el restaurante El Trébol, donde, según Carlos López, jefe de salón, era un comensal frecuente. “Su comida favorita en las mañanas era el frito chiclayano con su delicioso café pasado. Y en la tarde venía por su cabrito a la norteña, que le encantaba”, relató López.
El religioso tenía una mesa favorita: la mesa 3, con vista directa a la Catedral. “Se concentraba mucho en lo que comía. Al terminar, te agradecía y te daba su bendición”, recuerda el mozo, quien destaca que aunque no solía recibir propinas, consideraba que la bendición valía mucho más: “Soy muy afortunado y agradecido con él. Me siento feliz de haberlo atendido”.
Desde que se anunció que el exobispo de Chiclayo fue elegido como papa León XIV, los fieles de la ciudad han dirigido su mirada a este restaurante sencillo pero significativo, que hoy se presenta como un espacio con historia papal, donde el ahora líder de la Iglesia Católica disfrutaba de la gastronomía lambayecana y de momentos de tranquilidad.