Francisco en el Perú: así fue su visita a Puerto Maldonado y Trujillo

Durante su histórica visita al Perú en enero del 2018, el Papa Francisco no se limitó a estar en Lima. En un viaje cargado de simbolismo y esperanza, el Sumo Pontífice llegó hasta Puerto Maldonado y Trujillo, dos regiones que marcarían profundamente su pontificado y su conexión con las poblaciones más vulnerables de nuestro país.

En Puerto Maldonado, su presencia representó un hito. Allí, ante miles de indígenas congregados en el coliseo, Francisco escuchó con humildad y determinación las heridas de la Amazonía. “He querido venir a visitarlos y escucharlos para estar juntos en el corazón de la Iglesia”, dijo. Fue el primer Papa en pisar suelo amazónico peruano, y según Monseñor David Martínez Aguirre, ese momento marcó el inicio de un movimiento para poner a la Amazonía y a sus pueblos originarios en el centro de la agenda mundial de la Iglesia.

Su paso por Trujillo fue igualmente significativo. La ciudad aún se recuperaba de los estragos del fenómeno El Niño cuando el Papa ofreció consuelo y fortaleza a los damnificados. En una misa multitudinaria celebrada en la explanada de Huanchaco, más de 200 mil fieles lo acompañaron. “Los peores huaicos destruyen la confianza mutua”, advirtió entonces, recordando que no solo se trataba de reconstruir muros, sino también almas.

RECUERDO CON GRATITUD

Hoy, mientras el mundo despide al Papa Francisco, tanto Trujillo como Puerto Maldonado lo recuerdan con profunda gratitud. No solo fue el líder de la Iglesia católica, sino el hombre que caminó entre los olvidados, pidió perdón por los errores de la institución y dejó una huella indeleble de humildad, ternura y compromiso con los más necesitados del Perú profundo.