El puente Montalvo amaneció bloqueado por manifestantes que exigen soluciones ante la contaminación del río Coralaque, causado por la minera Aruntani. Más de 200 camiones permanecen varados.
El conflicto social en Moquegua ha escalado en los últimos días, con el bloqueo del puente Montalvo, una vía clave que conecta varias regiones del sur del país. Esta medida extrema forma parte de las protestas de los pobladores de Omate, Torata y otros distritos, quienes exigen justicia por la contaminación del río Coralaque, atribuida a la minera Aruntani.
PUENTE MONTALVO BLOQUEADO
Desde esta mañana, el puente Montalvo ha quedado completamente bloqueado por los manifestantes, quienes decidieron soldar una barra de fierro en la vía de acceso. Este método, mucho más contundente que los bloqueos previos realizados con piedras, ramas y llantas, ha dejado a cientos de vehículos varados, lo que está generando un caos en las rutas hacia Moquegua, Arequipa, Ilo y Tacna. Las autoridades locales aún no han logrado despejar la zona, lo que mantiene la tensión en aumento.
El bloqueo ha tenido un impacto inmediato en el transporte de mercancías hacia las regiones afectadas. Más de 200 camiones de carga pesada, que transportan alimentos, productos perecibles y combustible, permanecen varados a ambos lados del puente. Los transportistas, que llevan más de 24 horas esperando, han alzado su voz pidiendo una solución urgente. "Ya estamos más de 24 horas aquí y pedimos al gobierno de Perú que nos permita pasar, como está estipulado en los tratados internacionales", dijo un transportista boliviano afectado por el bloqueo.
RECLAMOS Y SITUACIÓN CRÍTICA
Los conductores de los vehículos varados, muchos de los cuales transportan productos perecibles, también han manifestado su preocupación por las consecuencias económicas de este bloqueo. "Esos son productos perecibles que se van a malograr, y afecta a muchas personas. Familias que se matan día a día produciendo, y ahora todo se va al diablo", expresó un conductor, visiblemente afectado por la situación.
El conflicto continúa ganando atención, mientras los pobladores de Moquegua insisten en que no cesarán hasta obtener respuestas frente a la contaminación del río Coralaque, que ha afectado gravemente su calidad de vida.