Un megaoperativo simultáneo en 67 penales del país incluyó una intervención en el penal de Lurigancho, donde los internos fueron sacados de sus celdas para realizar requisas sorpresivas.
Los agentes revisaron colchones, cajones y pertenencias con el objetivo de incautar objetos y sustancias prohibidas.
El ministro de Justicia, Eduardo Arana, informó que esta acción forma parte de un trabajo concertado para combatir la criminalidad, y estuvo respaldada por autoridades como el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, y el comandante general de la PNP, Víctor Zanabria.