Comerciantes y residentes de Tacna protagonizaron actos de violencia para evitar la instalación de una antena de telefonía móvil.
Los manifestantes argumentaron que la zona era altamente sísmica y representaba un peligro para la seguridad. Las labores de instalación de la antena comenzaron a las 11 p.m. del lunes, aprovechando el momento en que la mayoría de la población se encontraba durmiendo.
Los comerciantes y residentes se percataron de la presencia de maquinaria pesada realizando excavaciones y, en un acto de protesta, removieron el cemento fresco de la base para evitar que se fije el poste autoportante.
En la mañana siguiente, los manifestantes se encontraron con que el mástil de metal ya había sido colocado, faltando únicamente la parte superior y el aparato de transmisión. Según las declaraciones de los presentes, la antena pertenecería a la empresa de telefonía Entel.
Sin embargo, los opositores argumentaron que la ubicación era inapropiada debido a la alta concurrencia de personas en la zona, rodeada de centros comerciales, tiendas y asociaciones de vivienda.