Dos niñas en Ilo y Áncash, víctimas de violación por parte de sus padrastros, se encuentran embarazadas y están demandando el derecho a abortar de manera terapéutica debido a las circunstancias extremas que experimentan.
Lilia Ramírez, vocera del movimiento Manuela Ramos, denuncia que el personal médico del Hospital de Ilo se muestra reacio en confirmar el procedimiento del aborto para las menores, prolongando así una situación de extrema urgencia.
Frente a esta cruda realidad, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Nancy Tolentino, ha comentado que el Poder Judicial ha tomado previsión en dictar medidas de protección a favor de las afectadas en caso de abuso sexual.
INVOCACIÓN DE LOS FAMILIARES
Sin embargo, las familias de las víctimas denuncian que hay lentitud del sistema. La hermana de una de las menores exige que se conceda rápidamente el derecho al aborto terapéutico en vista del dolor que la menor está soportando.
Datos revelan que en la región Áncash, la menor tiene 22 semanas de gestación, mientras que en Moquegua, la víctima tiene 19 semanas. Cada hora que transcurre hace que salvar estas vidas se convierta en una tarea más difícil.