En Abancay, un niño de dos años murió ahogado luego de caer a un pozo de agua que se encontraba sin tapa, mientras jugaba en el parque Micaela Bastidas.
El pequeño jugaba por este lugar mientras sus padres, de nacionalidad venezolana, vendían zapatillas.
Tras darse cuenta de lo ocurrido, la madre del menor, ingresó al buzón para rescatar a su hijo y lo traslado de inmediato al hospital donde los médicos solo certificaron su deceso.
Vecinos de la zona denunciaron que no es la primera vez que ocurre un suceso de esta naturaleza, y responsabilizaron de quitar la tapa del buzón a los encargados de realizar los trabajos de mantenimiento del parque.