Un grupo de vándalos se dirigió a la casa del Gobernador Regional de Madre de Dios, Luis Otsuka Salazar, y procedieron a atacarla con piedras. A raíz del ataque violento, Otsuko tuvo que dar disparos al aire para poder asustar y dispersar a la turba.
Más efectivos policiales llegaron al lugar para reforzar la seguridad, ya que anteriormente los agentes que resguardaban la vivienda de la autoridad edil fueron agredidos con palos y rocas.
No se pudo identificar al grupo de violentistas, ya que la mayoría de ellos llevaban los rostros cubiertos. Posteriormente, fueron disuadidos por bombas lacrimógenas lanzadas por las autoridades.
Información preliminar señala que destrozaron su casa y su auto. Él y su familia se encontraban al interior de la vivienda, además todos ellos acabaron heridos. Esta reacción se habría dado porque Otsuka Salazar se reunió con el premier Alberto Otárola.
