Hace 52 años, el domingo 31 de mayo de 1970, minutos después de concluido el partido inaugural del mundial de México 70, entre México y Rusia, la tierra tembló en nuestro país.
Fue un gran sismo de 7.9 de magnitud, que sepultó la ciudad de Yungay en Áncash, y provocó la muerte de más de 70 000 personas.
El movimiento telúrico que sacudió todo el norte chico y la capital, remeció la cordillera blanca, y provocó un alud que se desprendió del nevado Huascarán, provocando una tragedia.
SILENCIO SÍSMICO
El Perú atraviesa por una etapa de silencio sísmico, lleva mucho tiempo sin sentir un gran movimiento telúrico de más de 8 grados. La placa tectónica de Nazca sigue acumulando energía que debe liberarse. Es por ello que se pronostica que nuestro suelo se moverá en una escala destructiva.
Miguel Yamashi, director de preparación del Instituto Nacional de Defensa Civil, las autoridades tienen identificadas las zonas más vulnerables de Lima.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades en conjunto como el Ejército, el Ministerio de Salud (Minsa), Indeci y las municipalidades de Lima, aún no estamos preparados para enfrentar un desastre natural de tal magnitud.
Los resultados de la jornada de simulacro nacional de sismo que comprometió a todos los peruanos desde el lugar donde se encontraban. En el aeropuerto Jorge Chávez, en el hospital Rebagliati, en las municipalidades de Jesús María, Miraflores y Cercado de Lima, donde participó el presidente de la República, Pedro Castillo.
Los resultados de este ejercicio serán analizados para medir la capacidad de respuesta de los peruanos y sus autoridades ante estos eventos naturales.