Luego de pasar por un profundo dolor al perder a un ser querido a causa del Covid-19, una familia volvió a vivir una pesadilla al enterarse que el cadáver que enterraron hace ocho meses no era el de su pariente.
Los hermanos de Carlos Rodríguez sepultaron sus restos en junio del 2020. Señalaron que en aquel entonces les entregaron el cuerpo embalado como medida de prevención. Increíblemente ocho meses después, el Hospital Regional de Trujillo les comunicó que tenían que acercarse al nosocomio para hacer un reconocimiento de un segundo cadáver que se encontraba en la morgue.
La indignación embargó a los familiares del occiso tras comprobaron que efectivamente existió una equivocación, y que le dieron cristiana sepultura a otra víctima del coronavirus.
En una entrevista al medio Oveja Negra, pidieron justicia y anunciaron que tomarán acciones legales para que no se repitan este tipo de irregularidades.