Un grupo de vecinos amarraron a un poste de alumbrado público a un ciudadano venezolano a quien acusaban de cometer continuos asaltos en la zona.
Según los moradores, este sujeto y sus cómplices cometían sus ilícitos sin que la policía haga algo al respecto, por ello decidieron hacer justicia con sus manos. Los vecinos lo castigaron y luego lo ataron, con la intención de quemarlo vivo, sin embargo, para suerte del extranjero, llegó la policía en su rescate.
Los pobladores exigieron mayor resguardo policial, de lo contrario continuarán capturando a cuanto ladrón encuentren y de ser necesario, lo castigarían hasta ocasionarle la muerte.
