En Cusco, pobladores del distrito de Layo agredieron a efectivos de la policía, cuando se disponían a intervenir una fiesta costumbrista. Uno de los agentes fue tomado prisionero por varios pobladores, quienes le propinaron varios golpes.
Por lo tanto, miembros de serenazgo tuvieron que intervenir para rescatar al efectivo. Sin embargo, cuando se disponían a retirarse, los pobladores reaccionaron violentamente, por lo que los efectivos tuvieron que usar su vara policial.
En Piura, la policía y personal de serenazgo fueron agredidos cuando intervenían bares clandestinos en el distrito de Tambogrande. Las cámaras de seguridad registraron cómo los agentes fueron atacados con piedras y otros objetos por una turba de personas.
Debido a esta situación, los efectivos tuvieron que retirarse realizando disparos al aire a bordo de patrullas. Minutos después, los agentes volvieron con un mayor contingente policial y lograron intervenir a 10 personas.
En Huancayo, agentes de serenazgo y la policía tuvieron que usar una escalera para ingresar al local, que funcionaba como night club. Los efectivos ingresaron por el techo y una vez dentro encontraron a 13 personas, que no respetaban las medidas sanitarias. Los intervenidos fueron llevados a la comisaría, mientras que el local fue clausurado por segunda vez.
En Huánuco, una mujer impidió que su hijo se refugiara en su vivienda, luego que los efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) los encontrara con otras jóvenes consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública en pleno toque de queda.
En un primer momento la mujer le propinó algunos golpes por no haber acatado las medidas establecidas por el Gobierno que buscan frenar la propagación del virus en el país. Segundos después, cuando su hijo intentó ingresar, entre lágrimas, la mujer pidió a los agentes que se lo llevaran a la comisaria.
