Decenas de personas fueron intervenidas en una fiesta clandestina por San Valentín, donde nadie respetaba las normas básicas para no contraer coronavirus. La policía acudió al establecimiento debido a la queja de los vecinos que denunciaban música alta y bulla en pleno toque de queda.
Al interior del establecimiento, se encontró a los jóvenes bailando, sin tener puesto sus mascarillas ni respetar el distanciamiento.
Todos los intervenidos fueron llevados al IPD de la ciudad, donde permanecieron retenidos por 4 horas y luego puestos en libertad con su respectiva multa.