En Ayacucho, un grupo de enojados vecinos del asentamiento humano Los Artesanos, azotaron a un hombre de nacionalidad venezolana, a quien acusaron de asaltar a una mujer.
Los vecinos decidieron amarrar al extranjero a un poste y hacer justicia con sus propias manos. Pese a los gritos del sujeto, los pobladores continuaron golpeándolo, incluso, un agente de serenazgo intento impedir que continúen con la agresión; sin embargo, la golpiza continuó.
Tras casi un minuto de ser azotado, el extranjero se desmayó, por lo que los serenos lo trasladaron a la posta médica, donde lograron reanimarlo.