Según Canatur, el turismo representa el 9.8% del PBI, ya que genera ingresos de más de 5 mil millones de dólares y 1.1 millones de empleos. Sin embargo, estas cifras decayeron abruptamente producto de la pandemia del coronavirus.
Esto ha ocasionado el cierre de negocios de un sinfín de empresas dependientes del turismo en el Cusco. Ese es el caso de las vendedoras de artesanías.
Por ejemplo, Kelly Alvarado, quien es artesana hace más de 40 años, es el único negocio que aún no ha sido desalojado de la calle Procuradores pese a no poder pagar el alquiler, sin embargo, sin ventas no sabe cuánto tiempo más su arrendatario lo dejará quedarse.
En la calle Portal Espinar, un drama similar se vive en el negocio de Victoria García, quien es vendedora de recuerdos, pues a pesar de abrir todo los días las ventas son prácticamente ceros.
Esta es la difícil situación en el Cusco tras ser duramente golpeado por la pandemia. El otrora primer destino del país para visitantes de todo el mundo hoy luce con calles desiertas y negocios cerrados por el Covid-19.