Hace pocas semanas un grupo de médicos cubanos llegaron a nuestro país, para apoyar en la lucha contra la COVID-19.
Sin embargo, muchos de ellos han decido abandonar los puestos donde fueron designados al considerar faltas de garantías sanitarias para laborar.
Así lo informó el presidente del cuerpo médico del hospital Eleazar Guzmán de Chimbote (Áncash), Leandro Pérez Rodríguez, quien manifestó que estos profesionales estaban incómodos con las mascarillas que recibían, pues según ellos, no tenían las características requeridas.
Un panorama similar se registró en Moquegua, donde los médicos cubanos hicieron lo propio, tal como lo afirmó el doctor Guillermo Espinoza, director del hospital de Ilo.
Cabe mencionar que el Gobierno peruano paga a cada uno de estos especialistas de la salud procedentes de Cuba, la suma de 2 mil dólares.