Los agricultores no solo han sido afectados por la pandemia sino también por la naturaleza. Una falla geológica se activó después de 57 años. Las grietas se extienden en un área de 2 kilómetros y una profundidad de 6 a 10 metros que han dañado plantaciones de cultivo, afectando a las familias de la comunidad campesina de San Pedro de Uchupata, en Áncash.
Los movimientos de la tierra son constantes, la falla ha dañado aproximadamente unas 70 hectáreas de terreno agrícola, los pobladores han perdido sus sembríos de maíz choclo, papa, cereales y frutales, aquí los pobladores viven atemorizados por este fenómeno natural.
Unas 200 personas que viven de la agricultura y la ganadería se encuentran en alerta constante ante los deslizamientos de tierra que hasta el momento viene afectando también las viviendas de la ciudad.
