En el distrito de Yaután, en Casma, Ancash, un grupo de ronderos sometía a latigazos y ejercicios físicos a transportistas y pasajeros que intentaron burlarse del patrullaje que realizan a diario.
En el kilómetro 30 de la carretera de penetración Casma Huaraz, los ronderos vigilaban y controlaban cada ingreso para evitar que se propague la pandemia.
Algunos transportistas minimizaban la labor de los ronderos, por lo que se sorprendieron cuando los obligaron a bajar de sus vehículos para castigarlos por no respetar las medidas de bioseguridad.