El cuerpo sin vida de Dámaris Rojas fue hallado por la Policía enterrado en un pozo de agua de más de diez metros de profundidad, en el patio de la vivienda donde el autor del feminicidio alquilaba un cuarto.
Esto ocurrió luego que agentes policiales detuvieran al mototaxista Trinit Bautista, y durante un interrogatorio el sujeto confesara ser el asesino de su expareja, quien desapareció hace 14 días en la región de Huánuco.
El primero de septiembre Rojas, enfermera de profesión, avisó a su hermano que se dirigía a casa tras salir del trabajo, pero nunca llegó. La familia, no obstante, siguió recibiendo mensajes desde su celular aunque era el feminicida quien los enviaba.