La ejecución del proyecto Chavimochic, en la región La Libertad, no solo se encuentra paralizada en su tercera etapa, sino también ensombrecida por sospechas de corrupción vinculadas al caso Lava Jato.
El megaproyecto que es considerado uno de los más importantes del país y que está enfocado a la irrigación de los valles liberteños y al abastecimiento de agua potable a la ciudad de Trujillo, fue adjudicado en octubre del 2013 al consorcio Río Santa Chavimochic, el cual estaba conformado por Odebrecht y Graña y Montero.
Sin embargo, investigaciones llevadas a cabo por los miembros de la comisión Lava Jato del Congreso, ha provocado que realicen denuncias por actos de corrupción a más de un funcionario relacionado con la obra.
Todo comenzaría entre setiembre del 2006 y octubre del 2007, cuando el expresidente regional de La Libertad, José Murguía, el entonces gerente del proyecto especial Chavimochic y el exrepresentante de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, acudieron a Palacio de Gobierno para visitar a las autoridades de aquella gestión que era presidida por Alan García.
Luego de ello, sería el exmandatario aprista el encargado de promulgar un decreto de urgencia, en donde afirmaba que la construcción de este megaproyecto era de necesidad nacional y su ejecución prioritaria.
A pesar que la comisión Lava Jato encontró responsabilidad penal en varios funcionarios, Alan García no fue incluido y para aclarar el tema, sería la propia Rosa Bartra en hacerlo. “La sola emisión de un instrumento normativo no se convierte inmediatamente en delito. ¿Por qué? Porque quienes asumen la responsabilidad no es el presidente de la República, sino sus ministros”, expresó.
Además de las reuniones en Palacio, otro evento llamaría la atención del grupo de trabajo, donde tres funcionarios de ProInversión y tres del gobierno regional de La Libertad, viajaron a Brasil, coincidentemente en la misma fecha que lo hizo Gibran Loor, representante legal de Odebrecht en Perú.
Pero ¿cuál fue la finalidad? El viaje habría sido con motivo de acudir a un evento que buscaba promover las inversiones en proyectos a cargo de ProInversión, entre ellos Chavimochic. Sin embargo, para el Congreso, en aquel momento ya no era factible y además, quienes viajaron serían los encargados de evaluar las propuestas técnicas de los postores. Finalmente ganaría la constructora brasileña.
Aunque la obra debía ser costeada por Odebrecht y el Estado, lo cierto es que solo el gobierno peruano ha desembolsado más de 220 millones de dólares. Si bien existen varias interrogantes por aclarar y una tercera etapa por terminar, los más perjudicados han sido los liberteños, quienes tenían la esperanza de una mejor región.