Una familia se atrinchero dentro de una vivienda en Barranca, para evitar ser desalojados. Un grupo de albañiles contratados por la parte demandante, a combazos trató de derribar una pared, pero cuando el obrero trabajaba, desde el segundo piso de la casa un sujeto comenzó a lanzarle agua. Luego al ver que esto no daba resultado, prendió fuego a un peluche y lo arrojó contra el obrero.
Esta situación se prolongó varios minutos, las personas dentro de la casa continuaban lanzando piedras y hasta combustible para avivar el fuego y evitar que los agentes se acerquen.
A pesar del peligro, el obstinado obrero continuó golpeando la pared y por poco es alcanzado por las llamas. Al final por falta de garantías el fiscal tuvo que suspender la diligencia judicial.
Cabe indicar que el litigio por el inmueble comenzó luego que la propietaria de la vivienda falleciera y el esposo reclamara el predio donde aún viven los padres y hermanos de la difunta.