En Cajamarca una mujer no soporto un día más de violencia y acudió a las rondas urbanas para denunciar a su esposo por maltrato familiar. Según la denuncia, cada vez que el esposo llegaba ebrio a casa, la agredía a ella, a sus hijos y a cualquier familiar cercano que intentara detenerlo. Pero la gota que rebalso el vaso fue cuando este hombre agredió a su suegra.
Como es costumbre, las rondas lo intervinieron y lo castigaron, obligándolo a realizar ejercicios físicos y luego recibiendo varios latigazos por parte de su mujer y el mayor de sus hijos.
Tras el duro castigo, el sujeto confeso haber maltratado a su familia y pidió perdón por eso, además se comprometió asistir a una iglesia para acercarse a Dios y cambiar su mal comportamiento.