Los huaicos que ocasionó el fenómeno del Niño Costero el año pasado no discriminaron entre personas, animales o cosas, arrasaron con todo lo que se les cruzó en el camino.
El año pasado Informe24 hizo un sobrevuelo sobre la zona en la que se originó el huaico de Pampapacta que arrasó con parte del balneario de Punta Hermosa. En esta observación se encontró unas lagunas artificiales hechas por mineros informales, las mismas que desencadenaron los terribles huaicos. Tras esto, Informe 24 llegó a pie al centro poblado Santa Rosa de Olleros, una comunidad de 1500 habitantes que había sido devastada por estos inclementes huaicos.
Un año después, en el kilómetro 40 de la Panamericana Sur, yendo por el desvío de la avenida Pampapacta tras un largo camino en auto y 2 horas de caminata, Informe24 llega nuevamente a este centro poblado para verificar en que condiciones se encuentra este lugar, ahora que las lluvias en la sierra empiezan a amenazar a las comunidades que se encuentren desprevenidas.
Y es que las lluvias que ocurrieron el año pasado convirtieron las lagunas artificiales en una amenaza latente para los pobladores y llenaron las canteras dejadas por los mineros informales, las que finalmente se desbordaron y ocasionaron los terribles huaicos que todos vimos.
El apoyo que necesitan en Santa Rosa de Olleros para que no vuelva a ocurrir una tragedia consiste en terminar de trazar un desfogue para que discurra por ahí el agua de las lluvias de la sierra y no destruya las viviendas nuevamente. La municipalidad consiguió llevar maquinaria y avanzar un poco, pero hasta ahora no ha terminado el trabajo.
Los pobladores están preocupados pues no saben si llegará primero la maquinaria que termine el encauzamiento o los temibles huaicos.