Desde muy temprano los moradores de la localidad de Buenos Aires en el distrito de Víctor Larco, aguardaron con mucho entusiasmo, expectativa y alegría la llegada del Sumo Pontífice. Muchos adornaron las calles con alfombras, globos y banderines.
El lugar fue abarrotado por más de 5 mil personas, la mayoría de ellos eran vecinos que padecieron los siete huaicos en Trujillo durante el fenómeno del Niño Costero. También se hicieron presente quienes llegaron de otras regiones del país.
El Sumo Pontífice apareció a lo lejos a bordo del papamóvil, en ese momento la gente estalló en júbilo con gritos y aplausos mientras el Santo Padre respondía con un afectuoso saludo a la multitud que coreaba su nombre.
Tras esta histórica visita apostólica, el papa Francisco continuó su recorrido hasta la plaza de Armas de Trujillo.