Desde su llegada alboroto la ciudad de Iquitos, donde se han formado largas colas para ser atendidos por la niña que se dice cura cualquier enfermedad y mal en las personas. Su nombre Flormina Tarrillo Álvarez, mejor conocida en la selva como “la niña que cura”. Esta adolescente de 16 años asegura tener el don de sanar a la gente de todos los males que lo aquejan.
Cabe indicar que a dónde va el resultado siempre es el mismo, las personas forman largas colas, sin importar el inmenso calor o el frío que haya, según el lugar que visite. Flormina, dejo su natal pueblo de Nueva Cajamarca en la región San Martín para recorrer el Perú y llegar a las localidades más pobres y brindar ayuda a quienes lo necesiten.
En Iquitos lleva una semana y planea quedarse cuatro meses para luego partir a otro pueblo. Las personas madrugan todos los días y permanecen haciendo fila hasta que caiga la noche y si no consiguen ser atendidos regresan al día siguiente, pero esta vez más temprano.
En la primera consulta Flormina, entrega al paciente un brebaje preparado con varias plantas medicinales que ella misma escoge, el cual debe ser ingerido durante 7 días, luego deben regresar para una segunda, tercera e incluso una cuarta cita en donde La niña que cura, hace el uso de unas velas para leer los males que padecen sus pacientes y así empezar el tratamiento para que finalmente logren sanarse.
Según la adolescente cuando tenía 7 años venció a la muerte y regresó con un solo fin: curar a los enfermos que viven en extrema pobreza.
