El nuevo desborde del río Huarmey dejó prácticamente bajo el agua a decenas de viviendas de la ciudad. Las urbanizaciones más afectadas son José Olaya, Calle Nueva y Mariscal Castillo, donde las familias tienen que refugiarse en los techos de sus viviendas.
La población clama por alimentos, medicinas y motobombas para que succionen el agua de sus viviendas. Pero, no solo las personas son las más afectadas, sino también los animales, pues varios de ellos han sido arrastrados por la corriente.
La ciudad se encuentra sin cobertura de telefonía, además, de no contar con el servicio de luz ni agua potable. Muchos que no tienen un techo donde refugiarse se han visto forzados a buscar un lugar seco, incluso, arriesgando sus vidas.
Un sobrevuelo realizado por la ministra de Salud, Patricia García, nos muestra claramente como el agua se apoderó de todo el lugar. Y como si esto no fuera suficiente, personas inescrupulosas ingresaron armados en grupos a saquear las tiendas mayoristas.
Según algunos vecinos, estos inescrupulosos también tumbaron las puertas de algunas viviendas y se llevaron todos los artefactos y la poca comida que pudieron encontrar. La policía informó que una persona desapareció en el centro poblado San Damián, cuando intentó cruzar el río.
Los damnificados esperan con suma urgencia la presencia de las autoridades del gobierno central para que los ayuden a salir de este difícil momento que les toca vivir.
