El incidente sucedió en una concurrida calle de Chiclayo, donde las jóvenes rivales por el amor de un adolescente, sin pensarlo mucho y al estar frente a frente se empujaron mutuamente al suelo donde se agarraron a puñetazos y con violentos jalones de cabello intentaron solucionar sus diferencias.
En un principio, una amiga en común intento detener la pelea, sin embargo, fue impedida de hacerlo por otras jóvenes que observaban y alentaban a las contrincantes avivando el conflicto aún más.
Al cabo de algunos minutos las luchadoras callejeras, fueron separadas y se retiraron de lugar, no sin antes lanzarse amenazas e insultos de grueso calibre.