Helicópteros de la Fuerza Armada, uno proveniente de la zona del VRAEM y otro de Lima, volaron a la zona apenas las condiciones climáticas lo permitieron, pudiendo evacuar a los heridos a la ciudad del Cusco y trasladarlos a clínicas para su atención.
Se vivieron momentos angustiantes ya que muchos de los heridos sobrevivientes fueron atendidos sobre el piso, en las calles adyacentes al Centro de Salud de Antabamba, ya que el servicio de emergencia habría colapsado, el resto de accidentados fueron llevados a un estadio cercano y luego de cinco horas fueron trasladados en helicópteros hasta la ciudad imperial para ser atendidos.
Por su parte la Compañía Abancay 68 y Challhuanca 176 del Cuerpo de Bomberos del Perú, apoyaron en las tareas de rescate y recuperación de cadáveres. La mayoría de los agentes fallecidos eran muy jóvenes, sólo tres superaban los 30 años.