Los hechos sucedieron en la comunidad de Huari en La Oroya durante la celebración de una fiesta patronal. Luego de las festividades, el menor encontró una bombarda tirada en un descampado y la manipuló junto a unos amigos, el explosivo detonó cerca de su rostro, mientras que los otros menores salieron huyendo para dar aviso a sus padres. Debido a su grave estado, el niño fue llevado hasta el hospital Olavegoya de Jauja, donde se le diagnosticó con fractura de órbita derecha y laceración del globo ocular.
A solo semanas de las celebraciones por navidad y año nuevo, este caso demuestra las graves consecuencias de manipular pirotécnicos.