Cada incendio reaviva el debate sobre la situación en la que trabajan los Bomberos en el Perú. Y es que, esta institución no cuenta con indumentaria ni equipos adecuados para atender las emergencias.
En Trujillo, los bomberos de la Compañía Salvadora número 26 solo cuentan con 8 trajes especiales contra incendios, los cuales tienen que turnarse para usarlo entre 50 hombres.
Un panorama similar se registra en la ciudad de Chiclayo, los uniformes de los bomberos están completamente gastados. Para seguir atendiendo las emergencias, los hombres de rojo tienen que parchar su indumentaria.
En Iquitos, las máquinas compresoras que sirven para el llenado de las botellas de oxígeno están malogradas hace más de cuatro años y no pueden ser arregladas, porque no tienen presupuesto.
En Arequipa, aún utilizan vehículos de la década del 70, uniformes viejos y botas a punto de romperse. A esta deficiencia se suma la falta de personal que muchas veces es insuficiente sobre todo cuando ocurre un desastre de mayor magnitud.
En Pisco, los bomberos voluntarios de “Nuestra Señora de las Mercedes” estuvieron a punto de declararse en abandono luego del terremoto del 2007 que destruyó sus instalaciones. Sin embargo, el amor que sienten a su institución hizo que juntos y con recursos propios levantaran su local.