Se mostraron consternados y al mismo tiempo apenados al ver que las tumbas donde reposaban los cuerpos de sus seres queridos habían sido profanadas. Algunas personas rompían en llanto al ver este triste panorama, mientras otros se mostraban indignados.
En el lugar habían dejado el martillo con el que rompieron el concreto para llevarse los restos óseos de 10 cuerpos, entre ellos los de dos niños que habían fallecido apenas dos años antes. Este hecho ocurrió en el cementerio San Martin del caserío El Papayo, ubicado a media hora de la ciudad de Piura.
Según pobladores, esta es la segunda vez que ocurre una profanación y las autoridades hasta la fecha no han hecho nada para evitar que desconocidos sigan causando dolor. Los vecinos creen que los restos fueron sustraídos por alumnos de una universidad o en el peor de los casos, para realizar actos de brujería.
La policía del sector ya inició las investigaciones para capturar a los responsables.