En su primer viaje oficial como presidente de transición, José Jeri salió del país junto a diez ministros con destino a Ecuador para participar en el XVI Gabinete Binacional Perú–Ecuador, un encuentro clave en medio del avance de la inseguridad ciudadana, la delincuencia organizada y las economías ilegales que afectan a ambos países. La reunión se desarrolló en territorio ecuatoriano y contó con la presencia del presidente Daniel Noboa.
Durante el encuentro, Jeri reconoció que Perú y Ecuador enfrentan problemas comunes en seguridad, especialmente por el crecimiento de redes criminales vinculadas a la minería ilegal, el tráfico de armas y otras actividades ilícitas que han provocado una escalada de violencia en zonas fronterizas. El mandatario señaló que existe urgencia en desplegar acciones coordinadas para enfrentar a la delincuencia transnacional, que opera sin respetar límites territoriales.
Especialistas coinciden en que las organizaciones criminales han fortalecido su presencia en ambos países. El exviceministro del Interior, Ricardo Valdés, advirtió que bandas como “Los Choneros”, “Los Tiguerones” y “El Tren de Aragua” han diversificado sus operaciones más allá del narcotráfico, encontrando en la minería ilegal y el contrabando nuevas fuentes de financiamiento, con un alto poder de fuego y control territorial en extensas zonas de frontera.
MINERÍA ILEGAL Y CRISIS MIGRATORIA
La directora de Videnza Instituto, Paola Bustamante, recordó que en el Perú ya se conocen las zonas donde opera la minería ilegal, pero cuestionó la limitada respuesta del sistema de justicia y de la Policía frente a más de 50 mil puntos identificados. A este escenario se suma la crisis migratoria originada en Venezuela, que, según Percy Medina, jefe de Idea Internacional en Perú, requiere una respuesta regional coordinada, ya que cerrar fronteras no detiene el fenómeno y expone a los migrantes a mayores riesgos.
Como parte de su agenda oficial, el presidente José Jeri entregó una ofrenda floral a los próceres del Ecuador, sostuvo una reunión privada de 30 minutos con el presidente Daniel Noboa y participó en encuentros ministeriales bilaterales, en los que se abordaron estrategias conjuntas para enfrentar la criminalidad organizada, fortalecer la seguridad regional y mejorar la cooperación entre ambos Estados.


