El reciente sismo de 7.6 grados que sacudió el norte de Japón provocó la emisión de la primera alerta de “mega terremoto” en el país asiático, advirtiendo la posibilidad de un movimiento telúrico de hasta 9.5 grados. La situación generó alarma en Perú y otros países de Latinoamérica ante la posibilidad de tsunamis en la costa del Pacífico, aunque finalmente la amenaza se disipó.
SISTEMA DE ALERTA EN JAPÓN
Japón cuenta con un sistema de alerta temprana avanzado, basado en un mallado de fibras ópticas instalado en las profundidades del océano, que permite detectar los movimientos de placas tectónicas y avisar inmediatamente a los habitantes de las zonas afectadas.
En contraste, Perú dispone actualmente de 117 sensores operativos en la costa, separados por aproximadamente 40 kilómetros, conectados a bocinas en algunos distritos de Lima. Sin embargo, estas no cubren todas las zonas vulnerables y ofrecen un tiempo de aviso limitado, de apenas unos segundos en áreas cercanas al epicentro.
Hernando Tavera, presidente del Instituto Geofísico del Perú, señala que el país utiliza un sistema similar al de México y Japón, aunque la comunicación aún es principalmente analógica. Por su parte, el sismólogo Nick Moreno advierte que, pese a la tecnología, el tiempo de reacción ante un sismo cercano sigue siendo extremadamente corto, limitado por la velocidad de propagación de las ondas sísmicas.


