La tasa de homicidios violentos en Lima Metropolitana y el Callao no ha disminuido pese al estado de emergencia vigente. Ante este panorama, el gobierno del presidente José Jerí evalúa nuevas estrategias para enfrentar el crimen organizado y la delincuencia. Una de las alternativas que se discute en el Consejo de Ministros es la implementación de un toque de queda focalizado en distritos con mayor incidencia delictiva.
El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, confirmó que esta medida se encuentra “en evaluación permanente”. “Estamos en sesión continua, analizando los resultados del estado de emergencia y el impacto en la seguridad ciudadana. Aún no hay decisión, pero no se descarta ningún escenario”, precisó el titular del sector.
En tanto, el alcalde de Los Olivos, Felipe Castillo, expresó su respaldo a la posible aplicación de un toque de queda restringido. “Desde un inicio planteamos que debía ser focalizado, no en todo el territorio, porque también hay que considerar el impacto económico en los comercios”, declaró. El burgomaestre detalló que en su distrito existen cuatro zonas que podrían ameritar esta medida: Chavarría, Cerro Pacífico con Fraternidad, Cueto Fernández y Chillón, donde ya se instaló un puesto de comando operativo con resultados positivos.
LUCHA CONTRA LA INFORMALIDAD
Castillo agregó que es urgente reforzar la lucha contra la venta ambulatoria de chips telefónicos, práctica que —según dijo— facilita las extorsiones y el accionar delictivo. “Un delincuente puede comprar decenas de chips sin control alguno, y desde allí comienzan las amenazas”, alertó. El presidente José Jerí presentará este martes 28 de octubre el primer balance oficial del estado de emergencia, en el que se espera se defina si la medida se extenderá o si se aplicarán nuevas restricciones.


