José Jeri juró como nuevo presidente de transición del Perú, convirtiéndose en el séptimo jefe de Estado en el país desde 2016. “Juro por Dios, por mi país, por todos los peruanos que ejerceré fielmente el cargo de presidente de la República”, fueron sus primeras palabras, que reproducen un ritual que se ha repetido siete veces en los últimos nueve años.
Desde 2016, Perú ha atravesado una serie de cambios abruptos: Pedro Pablo Kuczynski renunció antes de culminar su mandato, Martín Vizcarra fue vacado por el Congreso, Manuel Merino ocupó el cargo de manera fugaz y Francisco Sagasti culminó el periodo presidencial. En 2021, Pedro Castillo asumió la presidencia, pero fue vacado tras intentar un golpe de Estado, lo que llevó a que su vicepresidenta, Dina Boluarte, asumiera el cargo durante casi tres años hasta ser también vacada.
IMPACTO NEGATIVO
El economista y exministro de Vivienda Milton Von Hesse advirtió que esta inestabilidad política ha tenido un impacto negativo en la economía del país, limitando la reducción de la pobreza y afectando la creación de empresas y la estabilidad laboral.
Según Von Hesse, la clave para revertir este escenario estará en la elección del nuevo ministro de Economía. “Existen dos rutas: continuar con la distribución de ministerios entre partidos, lo que perpetúa la falta de una estrategia de crecimiento coherente, o designar a un profesional independiente, sin ataduras a intereses particulares”, explicó.