Un nuevo hecho de violencia estremeció a los pasajeros de transporte público en Lima. Una cámara de seguridad de la Municipalidad de Chorrillos registró el ataque armado contra un bus de la empresa Machu Picchu, que cubría la ruta Chorrillos–Carabayllo. El vehículo, con varios pasajeros a bordo, transitaba por la avenida Alameda San Marcos cuando dos sujetos en motocicleta lo interceptaron y dispararon en su contra.
El ataque dejó dos heridos: el conductor del bus y un pasajero. Según las imágenes, uno de los delincuentes portaba una mochila negra vistosa, lo que facilitó su identificación en las grabaciones. La Policía presume que se trataría de extorsionadores que venían siguiendo el vehículo desde cuadras atrás, con el objetivo de amedrentar a la empresa para el pago de cupos.
Tras el atentado, ninguna unidad de la empresa Machu Picchu salió a operar en su paradero habitual de la Alameda San Marcos. Los choferes se negaron a circular por temor a nuevas agresiones, lo que dejó varados a cientos de usuarios. Un joven estudiante contó que llevaba más de media hora esperando un bus sin saber lo ocurrido: “Me perjudica porque llego tarde a mis clases de inglés”, señaló.
OLA DE INSEGURIDAD
El temor entre los usuarios es cada vez más evidente. Pasajeros consultados reconocieron sentir inseguridad al subir a los buses debido a la ola de extorsiones. Mientras tanto, las unidades de la empresa permanecen paralizadas en su local de Carabayllo y, hasta el momento, no hay pronunciamiento oficial de las autoridades frente al creciente índice de atentados contra el transporte público.