La informalidad en el transporte público sigue cobrando víctimas y generando caos en las calles de la capital. En lo que va del año, la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) ha internado 3,169 unidades —entre coasters, combis y taxis— que operaban al margen de la ley, muchas de ellas con cuantiosas papeletas y adaptaciones peligrosas.
En algunos casos, se han detectado vehículos ensamblados con partes de diferentes unidades, conocidos como “vehículos Frankenstein”, además de alteraciones estructurales para transportar a más pasajeros de lo permitido. “Este tipo de modificaciones pone en riesgo la vida de los usuarios”, advirtió el decano de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la UNI, Tito Vilchez.
VEHÍCULOS INTERNADOS POR INFRACCIONES
Una vez internadas, las unidades pasan por un proceso administrativo sancionador y, si no son reclamadas, se procede a su chatarreo. Sin embargo, la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito denunció que más de 25,000 vehículos internados por infracciones han regresado a las calles de Lima y Callao debido a subastas realizadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que alimenta nuevamente el círculo vicioso de la informalidad.
“Nosotros no subastamos ni revendemos porque sabemos que esos vehículos volverían a circular en las mismas condiciones peligrosas en que fueron intervenidos”, señaló Pável Flores, vocero de la ATU. Panamericana Televisión buscó la versión oficial del SAT, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.