Lo que debía ser una intervención de rutina terminó en tragedia en la zona de San Pablo, en La Victoria. Agentes de la Policía Nacional fueron emboscados por delincuentes que se ocultaban tras un camión y dispararon a quemarropa. El suboficial José Munive Gurmendi perdió la vida en el ataque, mientras que su compañero, el agente Henry del Carpio Valdez, permanece en estado grave tras recibir un impacto de bala en la cervical que compromete su movilidad.
La muerte del suboficial Munive ha generado profundo pesar entre sus familiares, quienes denunciaron las condiciones precarias en las que laboran los policías en las calles. Entre lágrimas, su madre cuestionó la gestión del gobierno, mientras que su hermano reveló que el agente había comprado su propio chaleco antibalas, pese a que debía ser proporcionado por la institución. “El ministro debería enfocarse en equipar a los que se juegan la vida en las calles”, reclamó.
La polémica se agudiza tras una reciente investigación que expuso cómo altos mandos de la PNP adquirieron vehículos de lujo mientras los suboficiales deben costearse su equipamiento básico. El comandante general Víctor Zanabria intentó justificar que muchos agentes compran forros de chalecos “por comodidad e higiene”, mientras el ministro del Interior, Carlos Malaver, defendió la compra de autos asegurando que se trató de modelos básicos, adquiridos según normativa vigente.
VELAN RESTOS DE SUBOFICIAL
Mientras las altas autoridades policiales y hasta el propio ministro del Interior defienden estos gastos, la familia del agente José Munive Gurmendi vela sus restos en San Juan de Lurigancho, recordándolo como un hombre cariñoso y entregado. En tanto, se evalúa trasladar a Henry del Carpio al extranjero para una operación especializada. La Policía ha confirmado que ya se identificó a la persona que robó el arma del agente caído y que su captura sería inminente.
