En un fenómeno poco habitual, toneladas de pota y otras especies marinas como el pejerrey quedaron varadas en las playas de Lima Sur, especialmente en Pucusana. Decenas de vecinos no dudaron en entrar al mar para recolectar los moluscos y peces arrastrados por la marea. “Estoy feliz porque ahora voy a hacer mi tortilla de pejerrey”, comentó una vecina con una bolsa llena de pescado fresco.
Otros aprovecharon la inesperada sobreproducción para generar ingresos. Algunos vendieron pota a tan solo un sol el kilo. “Ya vendimos como tres cajas, unos 100 soles sacamos hoy”, declaró un joven. La escena se repitió por varios días, con personas improvisando puestos de venta en la misma playa.
Sin embargo, no todo fue celebración. Pescadores de la zona expresaron su preocupación ante las posibles consecuencias ecológicas. “La pota devora todo a su paso, en unos meses no va a haber pejerrey, ni menú, ni mariscos. Se viene una hambruna”, advirtió un hombre de mar, recordando situaciones similares ocurridas hace más de una década en la misma localidad.
CAMBIOS EN CORRIENTES FRÍAS
Jorge Grillo, director de Redes - Sostenibilidad Pesquera, explicó que este fenómeno responde a cambios en las corrientes frías del mar, posiblemente asociados a variaciones estacionales. Agregó que las especies varadas pueden consumirse si están vivas y se respetan las condiciones sanitarias de manipulación. Aun así, el evento plantea nuevas interrogantes sobre el equilibrio marino.
