Han pasado 23 días desde la inauguración del nuevo terminal del aeropuerto internacional Jorge Chávez, y ya se han registrado múltiples deficiencias en su operatividad. Según un informe de Ositran, los retrasos en los procesos de control de seguridad, migraciones, facturación y entrega de equipaje han generado preocupación entre los pasajeros y las autoridades supervisores.
El gerente de Supervisión de Ositran, Francisco Jaramillo, explicó que los indicadores de desempeño muestran tiempos que superan los límites establecidos. Por ejemplo, para el control de seguridad, los pasajeros deben esperar hasta 10 minutos, y en migraciones se han registrado demoras de hasta 61 minutos, cuando el máximo permitido es 10. Además, la entrega de equipaje ha superado los tiempos estipulados, lo que evidencia un funcionamiento deficiente del nuevo sistema.
Los usuarios no tardaron en expresar su frustración. José Aladino relató que tuvo que esperar casi media hora para recibir su equipaje, mientras que Américo Espino denunció que su vuelo a Arequipa fue cancelado a último minuto y su maleta fue devuelta completamente dañada. “Ese es el gran aeropuerto que esperábamos? No lo creo”, señaló indignado, tras asegurar que ya había tenido problemas en días anteriores.
ANUNCIA NUEVAS INSPECCIONES
Ositran ha anunciado que realizará inspecciones más rigurosas en los meses de julio y agosto, temporada de alta demanda. Si las fallas no se corrigen, la concesionaria Lima Airport Partners (LAP) podría enfrentar sanciones e incluso la obligación de ampliar el terminal, al no poder atender adecuadamente el flujo de pasajeros.
