Aunque el reciente sismo del domingo 15 de junio causó grietas en viviendas, estructuras colapsadas y una nube de polvo que paralizó la Costa Verde, no contribuyó a liberar la energía acumulada en la costa central del país. Así lo advirtió el Instituto Geofísico del Perú, que señala que el “gran sismo” aún está por venir.
SISMO DE MAGNITUD 8.8
Según los expertos, la capital podría enfrentar un evento sísmico de magnitud 8.8, con consecuencias devastadoras. El Colegio de Ingenieros del Perú estima que solo el 15% de las tuberías resistirían un evento de gran magnitud. Además, se prevé la caída de postes eléctricos, interrupciones en las comunicaciones y severos daños en vías principales.
Otro factor crítico es la calidad de las viviendas. De acuerdo con el ingeniero Miguel Estrada, presidente del capítulo de ingeniería civil del CIP Lima, el 70% de las viviendas en Lima son informales, y más de un millón de ellas están en alto riesgo.
Estas construcciones precarias, como se evidenció en el reciente sismo, podrían colapsar sobre sus habitantes o incluso transeúntes, dejando una gran cantidad de damnificados, heridos y fallecidos. Para la especialista en gestión de riesgos Mary Mollo, cerca de 5 millones de personas se encuentran completamente expuestas a un colapso estructural.
El peligro no se limita a viviendas. Hospitales antiguos como el Alcides Carrión, con más de 80 años, presentan grietas y estructuras débiles. Y es que, como se explica técnicamente, cada grado adicional en la escala sísmica representa 30 veces más energía. Un sismo de magnitud 8, por ejemplo, libera 900 veces más energía que uno de 6. Un evento de magnitud 9 sería 27 mil veces más destructivo.
