Franky Ibarra Rondinel, de 36 años, fue asesinado la noche del viernes 26 de abril mientras trabajaba como colectivero en la ruta Gamarra – Canta Callao. El crimen ocurrió en el cruce de la avenida Bauzate y Meza con el jirón Las Américas, donde solía captar pasajeros con la ayuda de un megáfono. Según testigos, un sujeto se acercó caminando, le disparó a quemarropa y huyó en una motocicleta junto a un cómplice. La víctima murió en el acto.
A pesar de que Franky pagaba 250 soles semanales a extorsionadores para poder trabajar sin problemas, eso no impidió que fuera atacado. Su familia señaló que 48 horas antes del crimen habían recibido amenazas a través de un grupo de WhatsApp, donde incluso se exigía enviar constancia de las transferencias realizadas. Toda esta información estaría almacenada en el celular de la víctima, actualmente en manos de las autoridades.
Bleister Flores, primo del colectivero, descartó que se haya tratado de un accidente. “A mi primo vinieron y lo asesinaron”, declaró con firmeza. También relató el dolor de encontrarlo sin vida en la vía pública. Franky deja en la orfandad a una hija menor de edad y, según sus familiares, se esforzaba cada día realizando trabajos adicionales para sacar adelante a su familia.
INVESTIGAN CRIMEN
El caso ya está siendo investigado por la División de Homicidios de la Policía Nacional del Perú. Mientras tanto, los seres queridos de Franky Ibarra Rondinel exigen justicia y denuncian que el cobro de cupos se ha normalizado en varias rutas de Lima. “Hoy nos tocó a nosotros, pero mañana, ¿Quién será?”, advierte la familia, que pide que este crimen no quede impune.