El ahora Papa León XIV tuvo una extensa trayectoria en la Iglesia Católica del Perú, donde sirvió desde 1985 hasta 2023, ocupando diversos cargos pastorales en varias regiones y dejando una huella de entrega y cercanía con los fieles.
En 2015 fue designado obispo de Chiclayo, y entre 2020 y 2021 asumió también el rol de administrador apostólico del Callao. En ese período, a pesar de las restricciones por la pandemia, no dudó en trasladarse desde Chiclayo hasta Lima para oficiar misas y acompañar a la comunidad.
LABOR EN EL CALLO
En la Basílica Santuario Nuestra Señora del Carmen de La Legua, en el Callao, recuerdan con afecto al hoy Sumo Pontífice. El padre José del Rosario, decano primero de la Iglesia del Callao, cuenta que él mismo conducía su vehículo por más de 12 horas para cumplir con su misión.
“Él llegó aquí en un momento muy difícil, durante la pandemia”, relató. “No tenía miedo de venir, compartía con nosotros de manera sencilla, comía, se alegraba con la gente” agregó.
Mientras el Vaticano definía quién sería el nuevo obispo del Callao, Prevost mantuvo su presencia activa y cercana. “Su labor era estar con los fieles en medio de una realidad compleja. Sabemos que en Chiclayo desarrolló mucho trabajo, pero aquí también se dio el tiempo de escuchar, acompañar y acoger, especialmente a los jóvenes”, añadió el sacerdote.