El fuego arrasó en cuestión de minutos con lo que fue el centro de diversión de decenas de niños en el jirón Pozo Seco de San Juan de Lurigancho. Un laberinto de juegos que incluía inflables, trampolín y piscina de pelotas quedó reducido a cenizas. El siniestro ocurrió minutos antes de que el local abriera sus puertas al público, y por fortuna, no se reportaron heridos. Sin embargo, la pérdida económica fue total para los hermanos Chávez, dueños del negocio.
Rubén Chávez, uno de los propietarios, relató entre lágrimas que el emprendimiento llevaba dos años funcionando. “Yo estaba pagando al banco, cuarto y comida. Esto lo habíamos construido con esfuerzo con mi hermano”, declaró. El fuego habría comenzado en la parte trasera del laberinto, hecho de material plástico, lo que facilitó que las llamas se propagaran rápidamente. Estima que perdió al menos 10 mil soles.
Aunque no recibió amenazas ni extorsiones, Chávez no descarta que el incendio haya sido provocado por venganza. Señaló como sospechoso a un adolescente que intentó robar cables del local días atrás. “Le di correazos y le dije que llamaría a la policía. Tal vez fue él”, dijo. Vecinos contaron que todo ocurrió repentinamente, alrededor de la 1:20 p.m., y que los bomberos llegaron tarde, cuando las llamas ya habían sido controladas por los mismos vecinos.
NO HAY CÁMARAS EN LA ZONA
El caso podría quedar impune: no hay cámaras activas en la zona y Rubén no pudo formalizar su denuncia porque la comisaría estaba saturada. Ante la pérdida total, los hermanos Chávez han organizado una pollada y abierto un número de Yape (933324348) para quienes deseen colaborar. “Solo queremos volver a abrir y que los niños sigan disfrutando como antes”, dijeron con esperanza.