En medio del estado de emergencia vigente en Lima y Callao, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), en coordinación con el Ejército, la Marina y la Policía Nacional del Perú (PNP), llevó a cabo un megaoperativo simultáneo en tres penales de la capital. La intervención tuvo como objetivo reforzar la seguridad y desarticular posibles redes delictivas dentro de los centros penitenciarios.
El operativo se realizó de manera inopinada y contó con la participación de agentes penitenciarios y efectivos policiales, quienes ingresaron a diversas celdas para llevar a cabo requisas minuciosas. Durante la intervención, se logró incautar una serie de objetos prohibidos, cuya presencia dentro de los penales representa un riesgo para el orden interno y la seguridad pública.
Este despliegue se produce en un contexto de creciente preocupación por la presunta existencia de actos de corrupción dentro de las cárceles del país. Recientemente, el programa periodístico "Panorama" reveló el testimonio de un testigo protegido, quien denunció supuestos favorecimientos para el interno Marcelo Salirrosas, alias "Diablo", en el penal El Milagro de Trujillo.
INPE podría presentarse frente al Ministerio Público
En respuesta a estas denuncias, el presidente del INPE, Javier Llaque, aseguró estar dispuesto a presentarse ante el Ministerio Público en caso sea citado para esclarecer los hechos. "Estamos comprometidos con la transparencia y la lucha contra la corrupción en el sistema penitenciario. No permitiremos que se socave la autoridad del INPE", declaró Llaque.
El megaoperativo en los penales de Lima se suma a las recientes acciones del Gobierno para fortalecer el control en los establecimientos penitenciarios y evitar que las organizaciones criminales continúen operando desde su interior. Se espera que en los próximos días se realicen nuevas intervenciones en otras cárceles del país, como parte de una estrategia integral de seguridad.