Minutos después de las seis de la mañana, un edificio ubicado en el jirón Lucanas colapsó tras 36 horas de haber sido consumido por un incendio. La caída de la estructura generó aún más preocupación entre los vecinos, ya que los escombros afectaron viviendas aledañas. La angustia se apoderó de los residentes, incluyendo a una mujer que sufrió una descompensación al enterarse de que su hogar había sido alcanzado por los restos del derrumbe.
Ante la emergencia, al menos 20 familias fueron trasladadas a un albergue temporal en la Plaza Italia, donde han pasado las noches en carpas. Sin embargo, los damnificados han expresado su malestar por la falta de atención y apoyo. “Ayer dieron un poco de desayuno y en la tarde pasaron con tápers de comida, eso es todo hasta el momento”, comentó una afectada. Mientras tanto, la Municipalidad de Lima anunció que para retirar los escombros será necesario demoler algunas fachadas, ya que el acceso a la zona siniestrada es extremadamente limitado.
El siniestro ha vuelto a encender las alarmas sobre la proliferación de almacenes clandestinos en la zona, un problema que los vecinos denuncian desde hace años. Según indican, la presencia de estas construcciones ilegales, muchas de ellas de hasta 10 pisos, ha sido permitida por las autoridades a cambio de sobornos. “Viene fiscalización, los clausura, pero ellos siguen construyendo”, reclamó un vecino, agregando que mientras los residentes no pueden hacer modificaciones en sus viviendas, las importadoras y depósitos operan sin restricciones.
YA TRABAJAN MÁS DE 40 HORAS
Hasta el momento, el trabajo de los bomberos ha superado las 40 horas, y se ha confirmado que 11 familias han quedado damnificadas y 16 han sido afectadas. La incertidumbre persiste entre los residentes, quienes temen ser desalojados y exigen respuestas a las autoridades sobre la permisividad con la que estos almacenes han proliferado en una zona supuestamente intangible. “Todo es una mafia con la municipalidad”, denunció otro vecino, mientras las labores de remoción de escombros continúan en el lugar.
