En medio de una reunión multisectorial sobre las emergencias climáticas, la presidenta Dina Boluarte dedicó cerca de 15 minutos a defender al ministro del Interior, Juan José Santiváñez, cuyo domicilio fue allanado por el Ministerio Público por el presunto delito de abuso de autoridad. La mandataria rechazó la acción fiscal, calificándola como un “acoso político” y parte de un supuesto “golpe de Estado blanco” orquestado por la prensa y sectores que denominó “caviares”.
El gabinete ministerial respaldó a Santiváñez con aplausos y abrazos, lo que generó críticas de distintos sectores. El exministro del Interior José Elice consideró inaceptables las declaraciones de Boluarte y señaló que, al tratarse de la jefa de Estado, debería reconsiderar sus palabras e incluso pedir disculpas. Además, cuestionó si era necesario desviar la reunión de su objetivo principal: atender las consecuencias de las lluvias e inundaciones en el país.
Boluarte insistió en que el allanamiento responde a una persecución política y acusó a la Fiscalía de estar en complicidad con algunos medios de comunicación. “Pueden allanar la casa de todos los ministros si quieren”, expresó en tono desafiante. No obstante, evitó mencionar pruebas concretas sobre sus acusaciones.
SE MOSTRÓ SONRIENTE
Mientras tanto, Santiváñez, lejos de mostrarse afectado, se dejó ver sonriente y seguro entre los aplausos y gestos de apoyo del Ejecutivo. Su cercanía con Boluarte quedó reflejada en un abrazo con la mandataria, quien se refirió a sí misma como “la madre de todos los peruanos”.