El asesinato del médico cirujano Carlos Antonio Mendo Castillo, ocurrido el pasado 23 de febrero en la autopista Ramiro Prialé, dio un giro inesperado luego de que su asistente, el ciudadano venezolano José Miguel Espin Gonzáles, confesara haber planificado el homicidio. Inicialmente presentado como testigo del caso, ahora ha quedado detenido por la Policía.
Según las investigaciones, el móvil del crimen fue la ambición por quedarse con los ahorros bancarios de la víctima. El día del asesinato, Espin Gonzáles acompañaba al cirujano en su vehículo cuando este fue atacado a balazos. En un primer momento, el asistente declaró que ambos fueron víctimas de un asalto, pero la Policía detectó contradicciones en su testimonio, como el hallazgo de la billetera de la víctima oculta en la maletera del auto.
Las autoridades determinaron que Espin Gonzáles pagó 3,800 soles al sicario venezolano Jhon Enderson Arnaldo Jaspe Rivas, quien ejecutó el crimen. Parte del dinero fue entregado en efectivo y otra cantidad depositada en una cuenta bancaria a nombre de Daniela Alexandra González Mora, otra venezolana implicada, quien actualmente se encuentra no habida junto al gatillero.
RECONSTRUCCIÓN DE CRIMEN
Este viernes, la Policía realizó la reconstrucción del crimen y detuvo a un menor de 17 años que habría conducido la motocicleta utilizada en el ataque. Se espera que el caso sea tipificado como robo con subsecuente muerte, lo que permitiría solicitar cadena perpetua para los responsables.