Cruzar el puente Huampaní sobre el río Rímac en Lurigancho - Chosica se ha convertido en un acto de alto riesgo. Diariamente, mototaxis, automóviles, peatones y hasta vehículos de carga pesada atraviesan este puente, poniendo sus vidas en peligro debido al estado de deterioro de la estructura y de las barandas.
Además, el piso de madera del puente se encuentra en condiciones precarias, lo que incrementa la inseguridad de los usuarios. A unos 50 metros de distancia, se está construyendo un nuevo puente de concreto de 45 metros de longitud.
Sin embargo, la obra, a cargo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, lleva más de cuatro años en proceso, lo que ha generado críticas por parte de la población y de las autoridades locales. El alcalde de Lurigancho - Chosica, Oswaldo Vargas, ha expresado su inconformidad con el retraso de la obra.
Según el alcalde, el ministro de Transportes y Comunicaciones prometió en abril de 2023 que el puente sería entregado en agosto de ese mismo año. Sin embargo, la obra fue paralizada y hasta la fecha no se ha cumplido con el contrato. El caudal del río Rímac ha alcanzado el umbral rojo, lo que representa un riesgo para los puentes Huampaní y Caracol.
PUENTE CARACOL EN ESTADO VULNERABLE
A unos 15 minutos de distancia, se encuentra el puente Caracol, que también se encuentra en un estado vulnerable debido a la constante lluvia y la crecida del río Rímac. La vía ha sido clausurada temporalmente como medida de precaución.