Daniel Orejón Mejía, técnico mecánico industrial, estuvo a punto de perder tres dedos de su mano derecha mientras realizaba un trabajo casero. Aunque contaba con experiencia en el manejo de herramientas, era la primera vez que utilizaba un disco de madera en una amoladora, lo que terminó en un accidente que casi le cuesta los dedos índice, medio y anular.
Rápidamente trasladado al Hospital Guillermo Almenara de EsSalud, Daniel fue sometido a una cirugía de seis horas para salvar los dedos que habían sufrido una amputación casi total. “Lo primero que hice al despertar de la anestesia fue tocarme y ver si mis dedos estaban ahí”, relató emocionado. Gracias a la intervención, pudo conservar sus dedos, aunque el camino de recuperación apenas comenzaba.
La cirugía fue un trabajo minucioso liderado por el único servicio de cirugía de mano del Perú. “Utilizamos lupas microquirúrgicas para trabajar estructuras tan pequeñas como arterias de un milímetro de diámetro”, explicó Josefina Vitteri, médica del equipo quirúrgico. El procedimiento incluyó la revascularización y reparación de las extremidades con precisión extrema, lo que permitió un resultado exitoso.
EN PROCESO DE RECUPERACIÓN
Hoy, cuatro meses después, Daniel ha recuperado gran parte de la movilidad y funcionalidad de sus dedos. Mientras avanza en su rehabilitación, se siente agradecido con el equipo médico que hizo posible esta proeza. Como padre de una niña, espera pronto volver al mundo laboral, pero sobre todo celebra el haber recuperado su calidad de vida. “Estoy feliz y agradecido. Mis dedos están conmigo” concluyó.
